Sabéis de mi debilidad por el Hombre de Acero.
Me sonrojo mientras se me cae una sonrisa al suelo, sobre mis pies juntillas.
¿Sabéis? Él me salvó la vida una vez aunque nadie sabe cuánto de cierto hay de eso.
Por eso siempre ha existido una pequeña deuda entre el kryptoniano y yo y aunque pueda resultar ofensivo -o idiota- para el mundo de ahí fuera, lloré por él el día que murió.
Hace unos pocos días me encontré con esa edición Letal de La Muerte de Superman y bueno, no me sorprendió más de lo que lo hizo aquel viejo cómic original que encontré un día en un bazar aunque me emocionara como el primer día.
Y ese momento me trasportó al que verdaderamente me rompió el corazón.
Allá por el 2004 yo me encontraba rota y en plena labor de recuento de víctimas de mi propia hecatómbe termonuclear... pero el bueno de Supes me elevaba por encima del desastre recordándome como me había salvado la vida años atrás. El dolor, la injusticia y la rabia pesaba menos allá arriba, up, up and away...
Pero ay, al buenazo de Clark Kent, Ive got cha! y quien prefería su silla de ruedas a su capa roja, al héroe que fue Chris Reeve, se le partió el corazón. Y no pude saldar mi deuda como hizo él.
Amablemente os pasáis por aquí y, os guste o no, lo entendáis o no, me dejáis un pequeño guiño, un soplido de aliento al pequeño corazoncito mio dejado en este blog.
Y me hacéis inmensamente feliz. Sobre todo porque mi corazoncito sigue creyendo que un hombre puede volar y claro, sufre mucho cuando constantemente le dicen eso no se puede hacer, eso no puede ser, esto no puede funcionar...
Tengo un tatuaje. Casi invisible. Nadie puede verlo pero me sirve para recordar al Hombre de Acero y lo que hizo por mi, para recordar que un hombre si que puede volar, que yo no estoy sola en este mundo de locos y que, vaya, seguro que hay alguna forma de que esto funcione...
Gracias a vosotros, por acompañarme en este vuelo,
cuando parece que puedo volver a caerme.
Gracias a él, porque me enseño a volar.
Etiquetas: Amigos, Derrapes mentales, Mitos, Superman
Dicen por ahí que superman siempre estuvo enamorado de una periodista.