La temática no es original, no os lo niego, pero la técnica sí que lo es.
Iba a echar mano de las pinturas pero como mi última muestra (mi pequeña Veronika) me quedó perfecta, ya no tiene aliciente seguir pintando, así que tiré del entintado. Y no lo había hecho nunca. No seré tan arrogante como para negarlo: reconozco mis limitaciones pero me quedo relativamente satisfecha.
Sobre todo porque es esto lo único que desde siempre me cura, me empuja, me templa y me coloca ante el espejo.
Y ya puestos, se lo brindo al pequeño Ícaro. Por aquello de atreverse con su propio espejo y porque dice saber por dónde anda mi sombra, que no me fío y puede que lo tenga de rehén.
Etiquetas: Mis dibujos, Querido Diario
Hallelujah! o mejor HalleluDuck. Muy muy bueno, menuda peaso de artita. Impresionante. Felicidades.
Un bs.