15 may 2008
Dias raros (II)
Mi gato tiene resaca. Yo también.
Son días raros.

Iba a escribir acerca de varios cabreos que me oscurecen el sueño pero estoy cansada de eso .

Cansada de permitir brillantes juicios e hidalgos consecuentes.Cansada de permitir desplantes y pataletas. Hace más de un año que empecé este blog con más actividad neuronal y menos tiempo libre que en estos tiempos.

Hace un par de días que me llegó del recuerdo mi Cámera-man, hoy director de fotografía de una productora. Recuerdo a mi hackerboy, cuyos garabatos en un papel doblado aun hoy me levantan la cara del fango. Los hecho de menos en esta vida.


Iba a argumentar mi defensa -ni siquiera mi derecho- para utilizar esté nanoplano de la realidad como diario personal. Iba a llenarlo de adjetivos y expresiones manidas. Siempre ha habido alguien mejor que yo. Siempre he preferido apartarme, silenciosa y secundona: amateur de la vida.


Mi gato tiene resaca. Lo han sedado y la resaca lo tiene hecho unos zorros. ¿Y porqué lo digo, como si fuera esto un diario y yo una postadolescente aficionada a la llantina? Porque ese detalle me importa más que mis neuronas, más que los jueces, más que los adjetivos.

Revisando viejos posts me tropiezo con el concierto de Marilin Manson, con la historia de aquella vieja gallega, con Peter Pan y Silvio, con Fito y Verónika. Son días raros.




EL SASTRE: Pero señor, mire el mundo y mire su pantalón.

Para empezar,hablemos de otra cosa, hablemos de dudas antiguas, caídas en el olvido, o reabsorbidas por elecciones que no se ocupan de ellas, por lo que se ha convenido en llamar obras maestras, malas esculturas y obras de mérito. Dudas de aficionado, claro está, de aficionado muy sabio, tal y como sueñan los pintores, que llega agitando los brazos y se marcha agitando los brazos, con la cabeza aturdida por lo que ha creído entrever. Qué tontería las preocupaciones del ejecutante, al lado de las angustias del aficionado, que nuestra iconografía de tres al cuarto ha cebado de fechas, de períodos, de escuelas, de influencias, y que sabe distinguir, hasta tal punto es sabio, entre un gouache y una acuarela, y que de vez en cuando cree adivinar lo que ama, manteniendo el espíritu abierto. Pues el pobre se imagina que nada de lo que es pintura debe serle extraño.

(...)Al ser humano se le ha hecho lo imposible para que elija. Para que tome partido, para que acepte a priori, para que rechace a priori, para que deje de mirar, para que deje de existir, delante de una cosa que simplemente habría podido amar, o encontrar fea, sin saber por qué. "

Manchas en el silencio, Samuel Beckett




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posted by Duckland at 15:35 | Permalink |


1 Comments:


  • At 15 de mayo de 2008, 17:30, Anonymous Anónimo

    No se si volverán los tiempos de Fito, porque sabes que jamás volveré a ser la misma después de esta "amputación" que me ha tocado vivir.... Pero sí te digo que te echo de menos, a ti, a la persona, a la amiga, a la que me ha abrazado mientras lloraba momentos antes de tener que ponerme delante de una dichosa cámara.... Cuidate, niña.