29 ene 2008
Por la calle del olvido
* Duckland, 2006
Sudores fríos, dilemas internos, melancolía aplicada y una retorcida e inconfesable tranquilidad solo traída por aquellos que disfrutan egoistamente del "te lo dije" y del "ya lo sabía".
Últimamente he de escuchar a soldados de mi mermado ejercito que me vienen llorando su soledad y caída en la batalla.
Un amor no correspondido y de paso arrastrado por el barro tras su muerte como si de un Ulises y Hector cualesquiera se tratara.
Una ceguera propia del viejo Edipo tras arrancarse los ojos -o en su defecto el corazón- que hacen que la hiel se acumule en el espejo y sean incapaces de volver a recoger sus propias visceras.
Un miedo e indesición provocada por decenas de mandobles y estocadas del infiel que vuelve de plastilina las rodillas de mis soldados más capaces, fuertes y bravos...
Y yo, ante esto, me da por pensar y recordarme a mi misma peleando en la calle del olvido, cuando la humillación vestida de vaqueros me daba de ostias, cuando hice verdaderas barbaridades -que evito narrar aquí para no ser pasto de psicoanalistas marrulleros- pensando sólo en la supervicencia de algo que sin darme cuenta, olia a muerto nada mas torcer la esquina de un aeropuerto cualquiera o cerrar cualquier puerta de un tren de largo recorrido.
No me gustan los consejos de ida y vuelta y eso se lo he inculcado en mis valientes. Pero escucho con paciencia -nunca con pena o lástima, nunca!- e intento insuflar en mis soldados un arrebato de orgullo y vida igual que hizo conmigo el que fuera uno de mis generales eventuales, un Green Hornet en el exilio y les grito directamente al alma...
Pero aun hoy, y más estos días, me huelo la que me parece ser mi última batalla... una que llevo evitando muchos años ya y que son esos mismos años los que ahora se vuelven en mi contra.
Solo espero no tener que volver a recorrer esa calle del olvido con tanto dolor como el de mis soldados. Espero que me quede algo que proteger, despues de todo esto.

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posted by Duckland at 16:18 | Permalink |


1 Comments:


  • At 8 de febrero de 2008, 18:56, Anonymous Anónimo

    Me has demostrado tener muchas cosas buenas, las resumo en dos: saber estar y escuchar. Gracias, porque parte de lo que has escrito, podría ser perfectamente mio.