15 ene 2008
La esquizofrenia y tu y yo
Cada vez que me engancho a escribir una nueva entrada me quedo igual que cuando en mis tiempos mozos me regalaban una caja de lapices y una libreta en blanco. Sabían como neutralizarme esos bastardos de oriente.

Tropecientas chorradas me vienen a la cabeza de golpe y la culpabilidad de que todo esto sea una chorrada suprema hace que solo me salga digno el título. Muchas cosas de golpe sin hilo aparente. Aqui la esquizofrenia, aquí una amiga. Y yo con estos pelos.


Así, diría que hace una semana vi American Gangster y me gustó. Me gustó muy mucho y no solo por mi rodilla anclada ante Washington o porque atufe a DiOscargoustu, no...

-"Acabo de hacer las paces con Ridley Scott"-, dijo él.
-"¿Y eso?"-, repliqué sin dejar de mirar al frente.
-"...Gladiator...",- susurró su instinto de supervivencia.
-"Ahora viene cuando te mato". Sentencié.
Y es que sabe que para mi Russell Crowe es una bestia parda que me curtió el alma a base de espadacas de plástico y Roma Vincis. Puedo entender que no le guste la pelicula, claro. Eso si, que no la critique delante de mi. Mi mano de dar ostias es bastante subjetiva.

Y tambien diría lo mucho que estoy empezando a odiar a toda mi familia con discontinuidad consanguínea. Antes me caian gordos. Ahora voy a aprovechar las noches para construir tapias de 3 metros ante sus casas para que no pisen la misma calle que yo. Por insufribles. Por imposibles.

Diría que no suelo ter temerosa. Tengo un alto nivel de testosterona que ha hecho que se me llene de pelos el interior del cerebro. Eso hace que los neurotransmisores del miedo no lleguen a donde deberían y si donde no tienen nada que hacer. Así, no me dan miedo los bichos varios ni los abogados.
Me dan miedo las señoras gordas con maquillaje. Mucho miedo.
Cuando veo a una de estas señoronas repintadas me flaquean las rodillas porque seguro que ha olido mi terror y viene a colarse delante de mi. Opto por no moverme, como con los dinosaurios.


Mi esquizofrenia me trae tambien a mis dos -tres- gatos, Titi, el gato que di en adopcion -Moni- y el gato que adopté al final de esta página y al que, lo confieso, le dedico más atención de la aparentemente lógica.

Y claro, he ganado un globo de oro estando en la bañera. Y he perseguido a mis gatos para drogarlos con aspirina. Y mi abuelo tiene un perro llamado Porqué que se sube al capó de mi coche y me lo araña.
Y por supuesto, mi esquizofrenia me trae las aventuras y desventuras de exnovios y símiles indecisos y edulcorados. Narcisistas, egocéntricos, buscadores de tesoros en mapas ajenos, dueños de mensajicos que solo ellos entienden y que solo sirven -aparentemente- para demostrar que pueden ser brillantemente ... estúpidos.
Si los cobardes volaran... no lo harian por miedo.
Mi esquizofrenia y yo. Y tu también claro. Eres bienvenido siempre!

Sed buenos, no tireis gatos por las ventanillas.

... que nunca se sabe...

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posted by Duckland at 15:42 | Permalink |


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