26 ene 2008
Pseudodepresión Descafeinada

* Angel de Franganillo


Estoy cabreada. Encabroná, que se dice en mi pueblo.

Y es que últimamente todo el mundo ha adquirido el don de la clarividencia solo para acertar donde pueden meterme el dedo y urgar... salvo cualquier connotación sexual. Para rematar.
Tengo una pseudodepresión descafeinada... supongo yo, no lo sé. Lo cierto es que no tengo nada por lo que abrirme el pecho y devorarme las visceras, ningún santo al que recriminar por su vacío, ningún nombre que tachar de diarios y troncos desnudos...

Pero me retuerzo entre mis sabanas triste y cabreada, indignada con mi propia nada. Y es que me parece ver a lo lejos, entre las nubes, una bestia patizamba, de esas invisibles que se cuelgan de la espalda y sirven solo para que lo más oscuro se aloje cómodamente en algun rincón del alma como tantas veces atrás...
Algo oscuro que parecía ya olvidado; una deuda que, por lo visto, sigue sin saldar.


Claro que, así y con todo, soy feliz con poco y eso no puedo negarlo.
Ver anoche a un amante Juan Diego Botto en Obaba y escuchar cantar a Duchovny por Dylan me dejó una sonrisilla en los morros y cierto calor en el estomago que bien me sirvió para remendar todos los agujeros de bala de la jornada y soñar con angelitos con sombrero y corredores de fondo.


Edito 28/01: Acabo de mandar a la mierda a un señor de 70 años. Por gilipollas.

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posted by Duckland at 12:01 | Permalink |


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