
La cabeza me da vueltas
Si que me acordé de ti, Verbo.
Y de la diosa, del toro y de andrómeda.
Hablaba de quien me duele
y no quien me
arrulla.
Me preguntas
de qué tengo miedo?
De mi, sólo, siempre.
Porque yo sola he recogido
peleado
mordido
cada pedazo.
Cada pequeño
pedazo.
Pero me hicieron torpe,
culpable,
los bordes romos,
y esta todo mal pegado.
Se cae el agua,
Se escapa la arena,
Se pega la cal.
Un arreglo tras otro,
voy puliendo vidas
cada vez una
cada vez más
dura, fría, de vuelta.
Y me pregunto qué queda.
Y, créeme, no sé qué decir.
Lo dice ese gran apuntador:
"no esperes
nada de mi
y no te decepcionaré"
Y seré tan torpe,
tan tan torpe
que te agotaré
antes de que pueda decirte
cuánto bien puedes hacer.
Qué cercano te adivino,
qué tan yo podrías ser.
Aunque pronto,
por los pedazos.
Pedazos
pero sonrío.
No duele tanto,
no es tan complicado,
nada lo es.
Por eso sonrío,
y me quito los zapatos
y salto, descalza,
por la madrugada.
Y si, parece que eres tu
quien sonríes.
Sonrío,
Lo ves?
Nada es tan complicado.
Nada lo es.
Sonríes, creo.
Me has hecho llorar peque, te doy las gracias, ya sabes cuánto me cuesta y cuánto lo necesito. Mil besos.