El problema es que nos puteamos mutuamente hace mucho mucho tiempo. Y claro, si se entera de que escribo sobre él ahora, probablemente se moleste aunando ese sentimiento a la confirmación de que estoy loca y/o precariamente desequilibrada.
Pero entendamos esto como un tributo, va.
Siempre me encantó su estilo, es una grandísima verdad. Pero claro, luego vendría lo otro. Cuatro días bajo en el infierno que resulta ser Sevilla en Agosto, una partida de billar en un simil de nuestra Puerta Falsa, un concierto con butaca de honor y una maratón de pulsos chinos. Esas son cosas buenas a recordar siempre, por supuesto.
Luego vendrían las cosas feas por ser yo tan inmadura -o gilipollas, tanto da- como cada vez que me toca diseccionar a Duckland de la Periodista y claro, la cosa se jodió. De hecho, se jodió bastante... hasta límites insospechados y kamikacemente absurdos.
Peeeero, una cosa no quita la otra, por supuesto!!
Adoro su progresión con la tableta, admiro como resuelve las caras, me impresiona su conocimiento de esta y otras artes... y me hizo un par de regalos inesperados: Euphoria Morning, Arjuna y algo más intangible que hoy sería patetico incluir aqui... y por supuesto su voz -reconozco haberme sentido un extraterrestre al no entender más del 40% de lo que permitía su dialecto de hispalis-...
¿Y todo esto porqué y ahora?
Porque hace unos pocos meses me preguntaron sin mucho interés cúantas veces me habia enamorado y tuve que pararme a pensarlo.... Imagínate mi sorpresa cuando reconocí solo ante mi conciencia que tu estabas en mi escueta lista!!
Así que desde aqui, querido olvidado de lindos ojos negros, te dedico mis mejores deseos.
Espero que no me lo tenga en cuenta, Señor Cereal.
Etiquetas: Arte Derrapes mentales
Si coges cuatro matices básicos, encuentras que todas las historias de este tipo (para qué las vamos a llamar de amor?)son iguales. Siempre se aprende, y siempre quedan recuerdos buenos, quédate con esos, es más sano para el alma.