Voy de resaca intelectual... y de la otra. Voy amor propio. Voy valiente.

Y en la lengua cierto regusto a rancio por pasar más tiempo del permitido debatiendo con un hermano de sangre, al que llamaremos Vincent, acerca de lo oscuro y del sentido común ajeno.
Y como me lo pide el alma esta fria mañana de sueños de 1 hora, hete aquí un bonito ejemplo de esas cosas que son mias porque que descubrí a mi manera, una conquista única, y dedicado a este hermano mio y su tendedero colmado de pajaritos negros.


VINCENT