No lo leerá nadie a quien le interese, ni siquiera a quien va dirigido.
Solo me recordará lo inútil que es vivir a mi modo, pensar como pienso.
Lo inútil de ser yo.
Hecho de menos a alguien a quien no conoceré jamás.
Alguien que me espera para cenar cada noche en Nunca Jamás.
Peter Pan, te lo dije, siempre dejas a la ingenua hada atrás.
Te lo advertí. Al final te ibas a quedar con la insulsa Wendy y dejarías atrás a tu compañera.
Pero ni siquiera avisaste.
Hecho de menos a Peter Pan y lo que más duele es que tengo que imaginármelo o suponerlo.
Lo inutil de ser yo.
Si lees esto, aunque creas en lo inutil de ser yo, házmelo saber.
¿Sabes que en Nunca Jamás el tiempo no pasa igual que en el mundo de Wendy?
Se detiende cada vez que anochece.
Pase el tiempo que pase, en Nunca Jamás siempre se puede volar.
Tu lo sabes Peter, tu me lo contaste.
Llamame ingenua, ilusa, inutil.
¿Recuerdas que moriré si no crees en mí?
Al final parece que abriste el paraguas para no mojarte.
Hecho mucho de menos a alguien que quizá no conoceré jamás pero que ya conocí hace tiempo.
¿Recuerdas a qué saben las últimas manzanas de caramelo de la tienda?
Yo sigo queriendo saberlo, Peter.
