El libidinoso rictus de Tim Curry me hizo caer de lleno en la teoria que tantas veces defendí las noches de filosofía alcoholica y poetas malditos: los seres humanos somos unas pobres y extrañas bestias sexuales.

Más de una vez me he dejado llevar por el razonamiento llegando a pensar que la maldad del mundo mundial viene provocada por la incontinencia sexual que acosa al ser humano. De no existir la moral que exige que un animal que vive 80 años de media deba procrear unicamente con una unica pareja, puede que todo hubiera sido de otro modo.
Gracias a más de 2.000 años de represión sexual me viene respaldada por la explosión filosofica y social dada en las civilizaciones previas. Los griegos eran los más listos, si. Y los más pervertidos y depravados. Fijate que casualidad.
Siendo tautológica pienso que la gente no es feliz porque siempre quiere más poder, dinero, fama o lo que sea. Pero quiere más. Y eso es para suplir una deficiencia instintiva: todos somos el macho perdedor.
Pero toda esta mierda no es algo nuevo ni mucho menos iluminador.
Lo que el desdén de la ceja de Tim Curry me trajo a la cabeza es que siempre he mantenido, aunque siempre tras una copa, la bisexualidad humana.
¿Un cuerpo es bello? Amémoslo!
Yo puedo admirar igual al David que a la Victoria. Y no digo Beckham.
Digo el David de Miguel Angel y la Victoria de Samotracia.
La libertad sexual, siempre que se comparta con un ente afín es el acto más liberador y más propiamente humano al que podríamos acercarnos tras milenios de inhumanidad y mecamobismo (metabolismo mecanico). Y no estoy quedandome en la superficialidad de defender el orgullo gay. A mi eso me da igual.
De eso se trata. De que me de igual.
Todos somos bisexuales. Y aunque es igualmente demostrable que la exitencia de un cielo o un infierno, esa conclusion me lleva a resolver todas mis dudas acerca de la maldad del mundo y la decadencia de los sentidos humanos.
No conozco a ningun amigo que no me haya dicho que su fantasia seria tener sexo con dos tias y no conozco a ninguna amiga que no me haya dicho que podría tener sexo con otra tia. Al menos, con aquellos amigos que han tenido las agallas de reconocerlo.
Fantasias...
Disfrutemos del cuerpo, cojones!
En Brasil han conseguido aunar el fervor más religioso -rozando la santeria sectaria- con el culto al cuerpo y su liberación. Y es que entienden que el cuerpo es el templo del alma, un lugar que debemos cuidar y querer. Si el cuerpo esta bien, el alma tambien lo estará. Parece algo hasta infantil, no? Pues así es!!
Dejad la moral restrictiva en la puerta y adelante con la vida.
Eso si, siempre con ciudao y protección. Uno puede ser libre, pero no gilipollas.
Por cierto, hay 18 X en este texto... ¿Sera mi psique y su X de Sexual?
Y es que todos somos unos Dulces Travestis Transexuales Transilvanos.
bale.
en un principio pensé que ibas a meterte con uno de los mayores iconos sexuales del jodido mundo entero.
iba a matarte, pero no, me ha gustado muy mucho tu texto.
besin